el jardín (in)temporal

El jardín espontáneo

El patio trasero del pabellón de España ha tenido hasta la fecha un carácter de espacio residual, en estado de abandono. Lo que nuestros ojos ven como un espacio olvidado resulta, por contra, un lugar de oportunidad y reconquista para la naturaleza.

Este lugar se ha auto-configurado como jardín espontáneo, ajeno a nuestras lógicas o pretensiones programáticas. Planteamos respetar este carácter marginal, libre y no programado, reseteándolo a un estadio inicial, desbrozando algunas zonas pero conservando la flora de interés.

El jardín colectivo

Reivindicamos la re-programación de este espacio como acción colectiva. La experiencia de vivir un jardín ha de ir más allá de contemplarlo. La verdadera percepción sobre la dimensión del jardín, de su ahora –y del nuestro–, y de su porvenir, sólo puede experimentarse a través de la acción.

Al exponernos a decidir dónde plantamos nuestra semilla, nos volvemos conscientes de la repercusión de nuestra acción. Formamos parte de la transformación colectiva de nuestro entorno: nuestras acciones individuales dejan huella en el jardín colectivo.

El jardín (in)temporal

Más allá de plantear una intervención para esta Bienal, nos interesa entender la actuación como un proceso, un diálogo entre los visitantes y este jardín informal.

Durante los meses en los que transcurra la Bienal, sus acciones transformarán el patio trasero del pabellón en un jardín temporal. Sin embargo, cuando concluya la Bienal y el espacio vuelva a su estado de abandono, toda esta energía insuflada, con la incorporación de nuevas especies de plantas, transformará el lugar en un jardín intemporal, capaz de reprogramarse solo en el tiempo.