Un jardín de gran altura
Un jardí de gran alçada
A high level garden
Presentamos este proyecto a modo de homenaje. Se trata de un jardín en la cubierta de una vivienda construida modularmente y sobreelevada, en lo alto de un edificio de uno de los ejes vegetados más importantes del Eixample de Barcelona.
Este es uno de los distritos más densos de Barcelona y el más expuesto al efecto isla de calor. En 1859 Cerdá, lo proyectó como una trama de manzanas octogonales con jardines centrales abiertos, que con los años se han convertido en patios cerrados, por lo que nuestro proyecto cobra sentido.
Con criterios de responsabilidad urbana, generamos una plataforma de calidad para ampliar el hábitat natural para la fauna de este ecosistema urbano (reserva biotopo). El encargo cubría una doble función: proporcionar un espacio de goce para sus usuarios finales utilizando unas técnicas de construcción avanzadas. Y, a su vez, conectar los diferentes estratos prolongando el corredor verde de Gran Vía, hacia las cotas superiores.
El ámbito del proyecto incluye todos los espacios vacíos de la cubierta que no ocupa la vivienda. Incluimos un comedor exterior, huerto, zona de aguas y espacios de juego para adultos y niños. Gran parte de materiales prescriptos y utilizados en la construcción del proyecto son de procedencia local. El mobiliario fue diseñado y construido para la ocasión.
Organizamos la paleta vegetal según criterios estéticos y de diseño que, a su vez, cumplen con premisas de bajo consumo hídrico, gran capacidad de follaje y de atracción de la fauna del sistema fluvial, marino y urbano. La masa arbustiva densa tiene una función de conector con la alineación de Platanus hispanica propio de Barcelona y de filtro visual para generar un oasis frente al bullicio de la ciudad, formada por Olea europaea y Viburnum tinus. La vegetación de estrato bajo tiene una función cromática y atractiva para aves e insectos como Stipa, Carissa y Bellis perennis; y el estrato arbóreo formado por Olea europaea, Citrus lemon y Ficus carica. Mediante la vegetación, propiciamos un sistema que atrajo a aves como Sylvia melanocephala, Tyto alba,Sturnus vulgaris y Phylloscopus collybita; a reptiles como Podarcis hispanicus; a pequeños mamíferos como Pipistrellus pipistrellus; y a insectos como Apis mellifera y Danaus plexippus.