Llegada Camino Francés a Santiago de Compostela
Camino de Santiago Trek French Arrival
La intervención forma parte de una serie de mejoras acometidas en las Entradas del Camino de Santiago en la ciudad. La obra resuelve la llegada del Camino Francés en un lugar conflictivo que coincide con el encuentro entre la falda del Monte do Gozo con la carretera N-634 y otras infraestructuras de alta velocidad, como la Autopista AP-9 o la vía de ferrocarril del Eje Atlántico, que la rodean.
Hasta ahora una larga y empinada escalera resolvía este tramo de bajada, construida sobre el corte dado por lavías, rompiendo la continuidad del recorrido, dificultando la accesibilidad de las personas e impidiendo la movilidad en silla de ruedas, bicicleta o a caballo.
La rampa propuesta salva el fuerte desnivel de casi 9 metros mediante un desarrollo continuo de unos 120 metros y un ancho de 2,5 metros, con una pendiente suave que permite la parada y la observación de la ciudad que va apareciendo en el recorrido. Las curvas, con sus giros y recodos se utilizan como espacios de transición en los que se produce el cambio hacia lo urbano, pero también el recuerdo de la naturaleza que se va dejando atrás. En ese sentido, el sinuoso recorrido, además de la mejora funcional en la accesibilidad, juega un papel que registra para el caminante, un cambio de tiempo (llegada) y espacio (entre el monte y la ciudad).
Construida como U de hormigón y grandes piezas de granito en sus extremos que marcan la entrada y la salida, se apoya y separa del terreno con vanos que alcanzan los 25 metros de luz, acompañada por una hendidura que aloja la iluminación y cortes de dilatación que sirven de sumidero y drenaje.
Toda ella línea y canal, es una pieza que aparece, acompaña y desaparece para el peregrino que entra en la ciudad y que, de forma sutil y sin apenas darse cuenta, pasa a recorrer un tramo más urbano cuyo próximo objetivo será la catedral.
Fotografía: Luís Díaz (Obra terminada) / CREUSeCARRASCO (Estado actual y proceso)