











Proyecto de Mejoramiento Plaza de Armas de María Elena, Región de Antofagasta, Chile
El encargo consistía en revalorizar y restaurar la Plaza de Armas del último poblado salitrero activo del país. Una pieza urbana patrimonial, inserta en un escenario histórico centenario, que constituye el centro fundacional y el espacio público de encuentro social más importante del “universo pampino”.
El trazado de la Plaza y del pueblo, organiza geométricamente los espacios de permanencia y flujo peatonal, orientando las vistas que destacan el valor patrimonial de monumentos y edificios patrimoniales de su entorno. Al mismo tiempo dibuja y delimita las zonas (parterres) de vegetación, atesoradas en la escasez del desierto de atacama; algarrobos y pimientos son el patrimonio de sombra natural, que han crecido con la historia del pueblo.
El proyecto propone convertir los vestigios del pasado en generador de la vida contemporánea, integrando y reinterpretando lo existente, aprovechándolo para redibujar los nuevos espacios. Se trata de un reciclaje de atmosferas, programas y objetos, que más allá de sus beneficios medioambientales, mantiene viva la memoria del lugar, intentando educar por medio del relato del proyecto.
En línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), la intervención busca:
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Promover la salud y el bienestar (ODS 3), al crear espacios públicos seguros, accesibles y saludables que fomenten la actividad física, el esparcimiento y el encuentro comunitario.
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Impulsar ciudades y comunidades sostenibles (ODS 11), mediante la conservación del patrimonio, la mejora de la infraestructura urbana y la integración de la naturaleza en el entorno construido.
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Contribuir a la acción por el clima (ODS 13), a través de la reutilización de recursos, la incorporación de vegetación adaptada al clima árido que ayuda a mitigar el calor y la promoción de prácticas de diseño resilientes ante el cambio climático.
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Proteger la vida de los ecosistemas terrestres (ODS 15), al preservar y valorizar la flora local, como los algarrobos y pimientos, y fomentar la biodiversidad en un entorno naturalmente desafiante.
De este modo, la restauración de la Plaza de Armas de María Elena no solo recupera un espacio emblemático para la comunidad, sino que también se alinea con una visión global de desarrollo sostenible, integrando el patrimonio, la naturaleza y el bienestar social