EL BOSQUE URBANO DEL ANTIGUO CANÓDROMO

EL BOSQUE URBANO DEL ANTIGUO CANÓDROMO

El bosque urbano del Canódromo representa la principal intervención de regeneración urbana del área central de Palma. Desde el primer plan de ensanche (Plan Calvet de 1901) ya estaba planificado como el principal parque público de la ciudad. Sin embargo, desde los años 30 este espacio fue privatizado como espacios de juego y apuestas de carreras de galgos.

No es hasta el primer plan general democrático, el PGOU de 1985, que no se recupera la idea de gran parque central, pero esta vez en forma de Cuña Verde penetrando en el denso tejido urbano de la ciudad de Palma, desarrollándose en 2016 el Máster Plan de regeneración de un entorno de más de 23 ha, donde los 15.000m2 del antiguo Canódromo han representado la primera fase.

El descubrimiento y recuperación del mayor acueducto del área urbana de Palma ha sido un factor clave del proyecto. Se trata de la variante de la Acequia de la Font de Vila, que desde el siglo XIV proveía de agua al gremio de los tintoreros ubicados en este entorno. Paralelo al acueducto se encuentra el torrente de sa Riera, que desde el siglo XVII fue desviado e integrado a modo de foso de las murallas renacentistas, después de las graves inundaciones que habían devastado buena parte del entorno de la Rambla de la ciudad de entonces

Este espacio antropizado a lo largo de siglos se ha integrado en la estrategia de infraestructura verde del Nuevo Plan General de la ciudad formando parte de la red de corredores ecológicos que conectan la Serra de Tramuntana con la Bahía de Palma, con el objetivo adaptar la ciudad a los efectos de la emergencia climática, mediante soluciones basadas en la naturaleza. Esta conectividad ecológica des de la Serra, evita la formación de metapoblación y la deriva genética, aspecto esencial para mantener la biodiversidad y para que este espacio urbano se pueda ir colonizando de biodiversidad útil, gracias a la riqueza de especies y a las relaciones tróficas y colaterales

La solución para mantener especies mediterráneas con condiciones hídricas satisfactorias para fomentar la evapotranspiración, conduce a la recuperación y reforestación de coberturas arbóreas creando un mixto con plantas dominadas que proporcionan una transpiración intensa en condiciones y situaciones óptimas y que soportan cierto estrés y resiliencia hídrica en situaciones poco favorables.

El proceso constructivo se basa en la máxima circularidad, reaprovechando los materiales de las antiguas edificaciones y estructuras del antiguo canódromo. Es así como la reutilización de materiales kilómetro cero y la máxima reducción en la generación de residuos permite reducir de forma sustancial la huella de carbono, así como su presupuesto en un 11%.

La solución constructiva resultante integra un sistema urbano de drenaje sostenible reutilizando cuatro materiales básicos preexistentes del lugar: tierra vegetal, guijarros, material de ruina de marés y de hormigón, estratificándolos según los tamaños, generando la microtopografía del principal sustrato de la nueva vegetación, así como formando los diferentes sustratos de tierra vegetal, que favorecen el drenaje.

La mejora de la permeabilidad del suelo permite la pérdida de calor por evaporación y que filtren el agua de lluvia en el subsuelo reduciendo los efectos negativos de las lluvias torrenciales, y mejorando la recarga de los acuíferos. Además los materiales transpirables con alto albedo térmico, se mejora la capacidad para incorporar agua de cohesión y capilar dentro del arenisca que es evaporable, permitiendo minimizar su calentamiento y evitando el retorno térmico durante la noche.

La conducción de brisas marinas “embate” y terrales, favorecen la evaporación del agua de los suelos y pavimentos permeables y de la evapotranspiración de las plantas. Por eso la disposición de muros y arbolado se encuentra paralelo a la ruta de entrada del viento evitando obstáculos perpendiculares a esta dirección general.

El bosque urbano desempeña un importante papel frente a la emergencia climática, por un lado los afectos de adaptación, con la disminución de la temperatura respecto a la zona exterior del parque durante los meses más calurosos, consolidándose el efecto refrigerante a medida que la vegetación se vaya desarrollando. Por otro lado, el importante papel de mitigación mediante el secuestro de más de 120 toneladas de CO2 incorporadas en forma de biomasa activa a lo largo de los próximos 30 años.

El proceso de co-diseño y co-ejecución se ha llevado a cabo de la mano de los centros docentes del entorno, implementando el aprendizaje dentro de contextos reales, fomentando el empoderamiento y la corresponsabilidad para un sistema de co-gestión del espacio público basado en la custodia urbana.