Plaza Anna Lizaran

El objetivo de la intervención era pacificar el espacio entre les calles Ribes, Alí Bei y Sicilia, en los entornos de la Estación del Nord de Barcelona.

La calle Ribes disponía de una amplia acera de basalto, al pie de los edificios, con una hilera de árboles, seguida de una banda de circulación y una acera con plátanos, sillas y alguna terraza de bar. La calle Sicilia, por su parte, tenía la configuración habitual del Ensanche. El espacio triangular de la plaza propiamente dicha quedaba a una cota más alta que Ribes, sobre un aparcamiento ventilado a través de dos patios. Las salidas de éste eran construcciones de muro ciego. Pese a que había unas jardineras sobre-elevadas con pequeños árboles y arbustos, el espacio resultaba fragmentado, poco acogedor, segregado del entorno y escasamente utilizado.

El reducido tráfico de Sicilia permitió su transformación –entre Ausiàs Marc y Ribes- en plataforma única con prioridad para el peatón, quedando la circulación restringida a vehículos de servicio y residentes. En el tramo Ribes-Alí Bei, el tránsito se suprimió del todo para que la plaza llegara hasta la escuela frente a él.

En el espacio triangular, se substituyeron los muros y escaleras que salvaban el desnivel con Ribes por planos inclinados accesibles. Se modificó el sistema de ventilación del aparcamiento, convirtiendo los patios en jardineras, y se substituyó el pavimento prefabricado por granito. El punto verde se desplazó a una posición menos intrusiva, alineado con las petancas; las salidas del aparcamiento se renovaron usando acero inoxidable y vidrio transparente; en el centro se instalaron juegos infantiles.

Las intervenciones han permitido aumentar la superficie para el peatón y relacionar mejor el espacio triangular con Ribes y Sicilia. Los nuevos usos, la incorporación de vegetación, la calidad de los materiales y la claridad espacial han favorecido su permeabilidad, convirtiendo lo que hoy es la plaza Anna Lizaran en parte activa del barrio de Fort Pienc.