Transformación de los espacios exteriores del Liceo Francés de Barcelona

El año 2016 después de los desgraciados atentados de Niza perpetrados por atropellos masivos, el Liceo Francés de Barcelona encarga el estudio del refuerzo de los accesos principales del recinto para que sea una zona de máxima seguridad. Esta primera necesidad de intervención en los espacios exteriores del centro escolar es el inicio de un gran proyecto de mejora y naturalización de todos los patios y ámbitos de uso al aire libre de las instalaciones del Liceo Francés, con una capacidad para unos 3000 alumnos aproximadamente cursando educación primaria, secundaria y bachillerato.

Los espacios exteriores del Liceo están definidos por usos deportivos que formalizan grandes superficies vacías de pavimento de hormigón o asfalto, el resto de espacios son mayoritariamente intersticios entre la edificación y la valla de separación de las instalaciones con la calle o transiciones entre los usos deportivos y la edificación. La vegetación presente, con grandes árboles maduros de alto valor ornamental, muy importante en la definición paisajística del Liceo no está pensada ni integrada en los espacios exteriores. Esta definición del espacio exterior repercute en dos grandes aspectos, por un lado la limitada oferta en diversidad de juego, ocio y descanso de  los alumnos y trabajadores del centro y por el otro lado una falta de contacto y relación con la naturaleza.

Los principales objetivos de la propuesta han sido los de transformar los intersticios y los espacios de transición en zonas de uso con características específicas dando respuesta a las necesidades diversas de los alumnos, generando espacios variados que invitan al juego, a la intimidad y al descanso, al encuentro y al compartir. Se ha integrado la naturaleza como elemento fundamental para generar los espacios, respetando el patrimonio arbolado existente y se han convertido los patios en jardines. Se han redefinido los límites dando seguridad pero permitiendo una continuidad visual en un entorno conectado, abierto y orgánico.

Este ha sido un proyecto que ha aportado grandes impactos positivos muy evidentes a corto plazo por el hecho de ofrecer espacios que invitan a quedarse, a sentarse y a compartir, espacios de encuentro entre niños, jóvenes y adultos pero donde la naturaleza aporta un espacio temporal dinámico que perpetua los efectos positivos y el proyecto a lo largo del tiempo.