S'Estelrica

S’ESTELRICA, Más que una rehabilitación.

Durante las últimas décadas se ha producido un movimiento de las personas de las zonas rurales hacia las grandes ciudades. Este hecho, en Mallorca, acompañado de un turismo de sol y playa muy acusado, han realizado que las zonas no costeras, de interior hayan ido sufriendo pérdida de su identidad. Cultivos abandonados, molinos sin mantenimiento, masías derruidas, …

Artà, es una de las localidades, que, teniendo una zona costera, no ha abrazado el turismo de borrachera, y ha intentado mantener su identidad. En esta localidad se encuentra la finca de S’Estelrica, una finca históricamente familiar, que ha ido perdiendo parte de su identidad con el abandono tanto de la ganadería como de la agricultura.

Una pareja de psiquiatras, miembros de la familia de esta finca, cansados del estrés, laboral y de hospital, que genera ser médico, quieren recuperar la finca familiar como vivienda habitual, y recuperar la biodiversidad del paisaje y tradiciones mallorquinas.

Esta finca está compuesta por una edificación que data del siglo XV en el centro rodeada de campos de cultivos. En el momento del encargo, los cultivos se encuentran abandonados en su totalidad y la edificación ha sufrido una pequeña rehabilitación en una pequeña parte, que ha pasado a ser la vivienda de la propiedad.

El trabajo de proyecto que se nos encarga es mucho más que una rehabilitación de una edificación histórica, se basa en la recuperación de la biodiversidad de la finca. Para ello se trabaja en un único proyecto con varias vertientes, la principal un proyecto de paisaje y gestión, y otro, de rehabilitación de edificación histórica. Se busca fomentar actitudes de respeto y tolerancia con el medio ambiente, colaboración entre personas implicadas en el mantenimiento de la finca, profundizar en el conocimiento del desarrollo rural, y buscar nuevas posibilidades de utilización de tiempo libre.

Se trabaja en un proyecto colaborativo de diferentes personas que posteriormente harán que la finca sea sostenible socialmente, económicamente y con criterios de sostenibilidad ambiental.

Sostenibilidad social: La finca termina teniendo diferentes usos, que deben ser autosuficientes pero que deben colaborar en el desarrollo de los diferentes campos que se trabajan, cada trabajo va acompañado por un equipo diferente. Este trabajo multidisciplinar garantiza nuevos puestos de trabajo que de manera independiente en esta finca no tendrían futuro, mientras que el trabajo colaborativo, hace que socialmente sea sostenible. El turismo forma parte de esta biodiversidad social que ayuda a que el espacio tenga sentido por sí mismo, y se da uso a un espacio que, en la actualidad, sería difícil de mantener por sí solo. El equipo técnico, junto con la propiedad, organiza la gestión total y las relaciones que debe haber con cada uso diferenciado.

Además de la propiedad, que residirán allí, se trabaja con las personas que posteriormente llevarán la finca. Propiedad, agricultor, ganadero, directora de hotel, familia residente en la finca, paisajista, arquitecto, forestal… Un equipo necesario y especialista en su trabajar diario en este sector.

Sostenibilidad económica: Se trabaja en una diversidad de entrada de dinero, donde los trabajos son autosuficientes económicamente. Se crea un sistema de compensación de generosidad entre los diferentes usos para garantizar que el proyecto completo sea rentable.  Se crean acuerdos entre las diferentes personas que van a gestionar la finca. El agricultor se compromete gestionar las tierras y gestionar el producto cultivado, a cambio de trabajar conjuntamente con el ganadero para el pasto. El ganadero se compromete a gestionar el ganado a cambio de productos para la propiedad y el agroturismo, y así con todos los usos.

Sostenibilidad ambiental: El campo de placas fotovoltaicas garantiza la energía verde dentro de la finca, la limpieza del bosque garantiza la leña para calentar de manera sostenible el interior de la edificación, y con la rehabilitación de la masía existente se garantiza un certificado energético A, consiguiendo el mínimo de pérdidas energéticas de su interior.

Se pretende que la finca sea rentable por sí sola, apoyándose entre ellos los diferentes sectores que intervienen para conseguirlo:

Cultivo: Recuperación de la zona por medio de cultivo de secano: trigo, cebada, olivos. Cultivo de plantación rotativa en los diferentes ciclos, evitando que el suelo se agote y que las enfermedades que afectan a un tipo de plantas se perpetúen en un tiempo determinado. De esta forma se aprovecha mejor el abono, se disminuyen los problemas de plagas y se controlan mejor las malas hierbas. El agricultor se encarga de mantener limpio el campo, garantizar la comida al ganado, y vender el producto.

Ganadería: Se han recuperado 3 animales que siempre habían existido en la finca. La oveja mallorquina, al ser un animal armónico, rústico y de temperamento tranquilo, con la lana basta de color blanco, que se presenta en mechas de forma variable. Recuperación del “porc negre mallorquí”, cerdo negro mallorquín, animal que ha tenido una gran incidencia en le economía familiar de la población rural durante siglos. Y las gallinas de Mallorca, aves de aspecto vigoroso, inquietas, de creta sencilla y grande, cara roja, desprovista de plumón.  El ganadero es el que se ocupa del mantenimiento y crecimiento de las diferentes especies y vende los productos, que parte van para la alimentación de las personas que vienen al agroturismo.

Agroturismo: El edificio existente en el centro de la finca se ha rehabilitado parte como vivienda principal de la propiedad y parte como agroturismo que con sus ingresos ayuda al mantenimiento de la edificación.

Bosque: La limpieza del bosque se debe realizar para tener bajas probabilidades de incendios. Con esta limpieza anual, se consigue leña para mantener la edificación caliente en épocas de frío.

“Es amos”: Los amos de la finca son las personas que se encargan de mantener, y de tener el huerto con las diferentes verduras de temporada. Este producto sirve para alimentarse ellos, a la propiedad y a los turistas que vienen al agroturismo.

Parque fotovoltaico: Se han introducido nuevos campos productivos, como la aparición de una zona con placas fotovoltaicas que hacen que la energía en la finca sea gratuita.

Recuperación de pozos: Es una zona rural donde no existe agua corriente, y se han tenido que recuperar los pozos de agua existentes, que estaban abandonados para garantizar el suministro a todo el sistema generado en este proyecto de paisaje. Se ha creado un sistema de unión de los diferentes pozos existentes para garantizar que el agua llegue desde los bebederos de los animales, al agroturismo, hasta las diferentes zonas de riego de la finca. Además, se han creado nuevas acequias, como acompañamiento de los recorridos nuevos generados.

Muros de contención: Los “murs de pedra seca”, crean una imagen muy característica de la zona rural mallorquina, y delimitan las zonas de paso de ganado, cultivo, con el tránsito de personas. Se han recuperado muros derruidos por el paso del agua y se han creado nuevos, para que el ganado tenga un control de los lugares donde pueden pasar.

Al poner todas las partes en funcionamiento, se ha buscado la recuperación del paisaje. Los trabajos realizados por el ser humano, conllevan resultados directos, como la recuperación de la ganadería y la agricultura, además de la recuperación de la biodiversidad de la zona, apareciendo especies desaparecidas en esta finca como ratones, águilas, sapos, … que han ido apareciendo a lo largo de la implantación.

Por otro lado, se crea un proyecto de proceso abierto, donde no se busca una imagen fija final, sino que se entiende que los procesos son rotativos y las diferentes imágenes del paisaje mallorquín varían según las diferentes estaciones del año factor que se ha tenido en cuenta a la hora de proyectar y realizar este trabajo.

ECONOMÍA

A través de la rehabilitación del elemento arquitectónico se consigue reactivar todo el sistema económico local. Los flujos de personas se reestablecen, se crean puestos de trabajo, crece la economía a través de la agricultura y la ganadería. Asimismo, se reestablece y promociona un turismo responsable y de calidad.

RECORRIDOS

Se ha trabajado en un sistema de recorridos diferenciados para cada uso. Recorridos para el pasto del ganado, recorrido para el turismo, recorrido para los transportes pesados como las cosechadoras, recorridos para la propiedad, y recorridos para los vehículos. Todos trabajados para que no se interrumpan y no se interrumpan ni en espacio ni en tiempo.

ECOSISTEMA

La reactivación del complejo genera una gran mejora en el ecosistema regional. El trabajo de los campos de cultivo, el cuidado y limpieza de los bosques, los aprovechamientos de las energías renovables dan sus frutos en la prosperidad de la flora y fauna de forma directa. Pero cabe mencionar también el gran impacto positivo que este hecho conlleva en el ecosistema indirecto, con la reanimación de otros seres vivos como lo son las águilas ibéricas o los ratones y sapos.

RECUPERACIÓN EDIFICACIÓN HISTÓRICA

La propiedad siempre ha buscado un lugar de descanso y recogimiento, donde los turistas se puedan sentir tan cómodos como en casa, y encuentren aquello que en las grandes ciudades no tienen, espacios donde se respire salud y naturaleza.  Espacios exteriores donde puedas percibir la maravilla del paisaje mallorquín, con el trabajo anteriormente explicado de recuperación de la biodiversidad de la zona, y unos interiores que transmiten relajación, confort y bienestar.

Se quiere recuperar la idea de patio mallorquín, existente en la edificación, pero desaparecido por el abandono. Este espacio de patio rodeado por las habitaciones y zonas comunes del agroturismo está resguardado de los fuertes vientos que pueden correr de forma puntual en la zona. Desde este patio se abren las vistas hacia dos zonas, una por un pasillo entre edificación con un jardín cercano de vegetación autóctona, mientras que, por el otro, abre las vistas hacia los grandes cultivos generados.

Se recupera un antiguo abrevadero de ganado, que ahora hace las funciones de fuente, que se crea como inicio de un recorrido de agua, que acompaña a la edificación y ayuda al riego de la vegetación del jardín. Este juego con el agua, ayuda con su sonido, a crear un espacio tranquilo.

Se construyen un nuevo edificio en forma de L con los sistemas constructivos originarios de Mallorca, consiguiendo una imagen uniforme en el conjunto de la edificación. La normativa urbanística es muy estricta con los acabados y sistemas constructivos en edificación catalogada.

Interiormente se busca un confort y modernidad diferentes, donde se garantiza el confort de los visitantes, siempre trabajando las vistas interiores/exterior para el disfrute de la recuperación del cultivo y la ganadería. En el interior de las habitaciones se puede caminar descalzo en todo momento gracias a la disposición de suelos radiantes vinculados al sistema de tratamiento de agua caliente mediante calentamiento a través de energías renovables.

El proyecto busca una única unidad, donde no se podría entender una cosa sin la otra, como cuando se construyó antaño. La edificación se construía en el centro como vigilante de todas las tierras de cultivo, vivienda que hacía de gestión del territorio, lugar privilegiado que produce identidad en el territorio. Identidad que ahora entienden las personas que se acercan a pasar unos días en el agroturismo y que, como hemos comprobado al inicio de esta segunda temporada, repiten tras una fantástica estancia de relajación y simbiosis con la naturaleza y el campo.

Tras un año y medio desde que se pusieron en marcha todas las iniciativas, es precioso ver como aquellos trabajos de gestión y colaboración entre muchas personas, están recogiendo sus frutos y se ve como poco a poco, las cosas van poniéndose en su sitio.