Parque en el Arroyo Xicoténcatl
El proyecto moldea un territorio degradado para articularlo con su contexto urbano y habitantes a través de plataformas programáticas que ofrecen espacio público y, al paralelo, recogen el escurrimiento pluvial, utilizando lo que se tenía en exceso: escombro y neumáticos usados. El presupuesto original de 250,000 Euros creció hasta 2,250,000 Euros tras la propuesta de diseño y la adopción de los vecinos de la primera parte construída.
El Parque Xicoténcatl fue construido sobre el cauce de un arroyo ubicado en la periferia sur de Tijuana. En un radio de 650m en torno a este espacio habitan 5000 personas. El proyecto consistió en crear una serie de andenes descendientes, usando el escombro existente, crando áreas planas de esparcimiento y deporte. Estos se unen entre sí a través de rampas. Adicionalmente, tienen la característica de conectar ambos lados del arroyo a través de la forma irregular que resulta de conectar al mismo nivel las calles paralelas. Esto, como consecuencia de acciones ya iniciadas por la comunidad, donde el relleno de escombro sirvió para hacer una parte de una cancha de soccer en la parte superior.
Estas plataformas o andenes se sostienen mediante el uso de un sistema constructivo popular y vernáculo para construir muros de contención llamado llantimuro (muros de neumático). Así, el proyecto aprovecha los escombros y los millones de llantas usadas que se importan anualmente de Estados Unidos, inútilmente amontonadas en ciudades fronterizas como Tijuana, para construir una serie de plataformas que dan forma a una pendiente muy pronunciada. Los llantimuros, además, permiten el crecimiento de la vegetación. En el proyecto se introdujeron 84 árboles, 890 arbustos y 13,400 suculentas.
Estos espacios hoy sirven como áreas públicas y recreativas que también conectan a las personas que viven a ambos lados del arroyo. La intervención considera una estrategia de reducción del riesgo climático que consiste en la absorción y conducción del agua de lluvia a través de los taludes de llantimuro y la construcción de canales perimetrales. De esta manera, se dejan las calles libres de agua, enviándola río abajo, hacia los espacios del arroyo donde el paisaje aún no ha sido impactado, para finalmente desembocar en el mar.
Los pavimentos de las plataformas son de hormigón o tierra compactada. De esta manera, la vegetación crece sobre los taludes, dejando estos espacios libres de hierba, con zonas definidas para los árboles, logrando un mantenimiento sencillo y económico del espacio. El parque está completamente abierto, completando el tejido urbano a través de los cruces peatonales que se habilitaron con las nuevas plataformas. Se introdujeron luminarias solares que permiten su uso durante las 24 horas, en aras de la seguridad de los habitantes.
4. Documentación gráfica (mínimo 9 del proyecto y máximo 20 en formato JPG o PNG en CMYK o b/n, 12x20cm hasta 300dpi ó 20x12cm hasta 350dpi. Las fotografías y cualquier material protegido por la legislación de propiedad intelectual deben indicar la identidad los respectivos autores, siendo responsabilidad de los concursantes contar con las preceptivas autorizaciones para la aportación y difusión de las imágenes a los efectos previstos en estas bases.
El sitio de proyecto era el cauce de un arroyo que durante 15 años se rellenó de escombro. El presupuesto original (250,000 Euros) era insuficiente para limpiarlo.
Invasiones Irregulares
Dos zonas a lo largo de la cañada presentaban la vegetación original y no habían sido tapadas con escombro, sin embargo presentaban invasiones irregulares y basura a cielo abierto, lo que empobrecía drásticamente la imagen urbana de la zona. De no llevarse a cabo acciones de rescate en la cañada, terminaría siendo invadida en su totalidad, con viviendas en una zona de alto riesgo y vulnerabilidad. Fue necesaria la reubicación de estos asentamientos. Esta zona informalmente urbanizada, se caracteriza por construcciones desplantadas sobre la ladera, hechas de cartón y block cemento-arena, generalmente techadas con láminas de metal corrugado.
Movilidad deficiente
Los rellenos que se llevaron a cabo en el arroyo Xicoténcatl durante 15 años (dato proporcionado por los habitantes de la colonia) provocaron que el agua que antes escurría por su cauce natural, posteriormente lo hiciera por las calles perimetrales de terracería. Esta situación deslavava la tierra que las cubría, dificultando cualquier tipo de circulación sobre su superficie. Por este motivo, los eventos de lluvia ponían en peligro a la población de la zona, pues la circulación por las vialidades que delimitaban el arroyo (400 metros lineales) tenían una pendiente pronunciada (45 m).
Inseguridad
Como es sabido, Tijuana tiene un problema importante de inseguridad debido a la presencia del crimen organizado. Según datos de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado de Baja California, y conforme al “Diagnóstico delictivo 400 Colonias de Atención Prioritaria” que reúne datos estadísticos de 2012 y 2013, los principales delitos presentes en la colonia Xicoténcatl eran lesiones, robo en casa habitación, lesiones culposas y violencia familiar. Asimismo, el área de la cañada representaba un área central en franco abandono que propiciaba malas prácticas, violencia e inseguridad. La falta de espacio público de calidad, buenas condiciones en la infraestructura de movilidad y de ocupación de las áreas exteriores por los vecinos, favorecían la inseguridad en la zona.
Precariedad de la infraestructura hidráulica
Como se ha descrito con anterioridad, el relleno del cauce natural del agua del arroyo Xicoténcatl provocaba que el líquido escurrierra de manera superficial por las vialidades paralelas al mismo. Esta situación ponía a la población en una situación de vulnerabilidad. No existía un drenaje pluvial o urbano capaz de recoger este escurrimiento de tal manera que su cauce no fuera la vialidad. Era necesario abordar este problema.