Plaza Pintor Climent
Plaça Pintor Climent
Climent painter square
El encargo inicial consistía en crear un espacio de juegos para niños de edades de 0-3 años en un cul-de-sac de la calle Pintor Climent, en una zona de Xàtiva residencial de bloques de viviendas de protección oficial y un vecindario en su mayoría de la tercera edad. El espacio público existente estaba destinado únicamente a viario y parking, las aceras eran inaccesibles y el entorno se encontraba muy degradado.
Es así como se replantea el encargo y se lanza una propuesta más acorde con la realidad del lugar y con la vocación de regenerarlo. Se reconvierte el espacio público, transformándolo en una plataforma mixta donde el protagonista es el peatón, reduciendo la circulación de vehículos a los residentes.
El espacio público objeto de la regeneración urbana se presenta muy encajonado entre los edificios existentes, de entre 4 y 6 plantas, con una geometría marcadamente longitudinal siguiendo el eje este-oeste. Una fuerte presencia de los testeros de dos edificios construidos con ladrillo visto y unas condiciones de soleamiento muy particulares, marcan el carácter del lugar.
En este contexto, se pretende formalizar un espacio público que recupere la vida ciudadana que el vehículo ha apartado. Un espacio público amable para todo tipo de usuario de cualquier condición, edad y género, y apto para diversos usos programados y generador de otros no programados, con un marcado carácter doméstico induciendo a su colonización por el vecindario.
Se conforman 2 zonas en la plaza: una zona de juegos (no dirigidos) capaces de integrar el máximo rango posible de edades y que sirvan también como lugar de estancia. Y otra zona únicamente de estancia, cuyo mobiliario permite que se realicen actividades que han sido desplazadas del espacio público como jugar a las cartas, cenar o coser.
La materialidad se configura desde el propio lugar. Una pavimentación como un tablero de juego capaz de albergar cuantos más usos mejor, sin determinaciones espaciales excepto la del vehículo. El adoquín cerámico, valora las cualidades materiales que ofrecen los testeros, generando el nuevo paisaje urbano. Sobre esta alfombra se disponen todos los elementos de mobiliario y un pequeño bosquecillo de Cercis siliquastrum que ocupa la zona de máximo asoleo, generando un techo vegetal para mejor control térmico del espacio y cualidad paisajística del entorno urbano.