Rehabilitación Plaza Valterra

Estado anterior:

La plaza se sitúa en Arrecife, capital de Lanzarote, una isla reconocida por su paisaje volcánico, por la intervención del hombre en el medio, y por el proyecto territorial de César Manrique elaborado en los 60’s en el que la ciudad siempre fue una de sus flaquezas. Se encuentra en el barrio popular de Valterra, junto al costado del ambulatorio local. Su configuración es producto de una estructura urbana mal planificada inicialmente, sin una red de verde y de espacios públicos suficiente y coherente, y donde su particular conformación ha favorecido la aparición de múltiples medianeras por toda la ciudad. Ocupa un lugar residual, de paso hacia el equipamiento, fragmentado y con un alto grado de deterioro. Se debe, entre otros factores, a la ausencia de iluminación, la vegetación de porte bajo, a su distribución y jardineras, y a sus diversos cambios de rasante (inaccesible para el minusválido) y de pavimentación. Así, la anteriormente conocida como Plaza de las Drogas era un lugar donde sus múltiples rincones ocultos favorecen la conflictividad social y el vandalismo, y en cierto modo se resumen muchas de las actuales patologías del planeamiento.

Objetivo de la propuesta:

Con un bajo presupuesto, la renovación de la plaza fue promovida por el Ayuntamiento de Arrecife, quien financió la totalidad de las obras de construcción con 63.651 € para un área de 595 m². Después de reuniones con los representantes de la comunidad local para entender los temas principales del espacio, fueron definidos por parte de los servicios técnicos municipales y los arquitectos, el programa de necesidades y los objetivos de la intervención. Los principales objetivos fueron:

-        Reducir la conflictividad existente y mejorar la calidad espacial del entorno con la voluntad de obtener una mejor utilización de este espacio y evitar el vandalismo.

-        Reconocer estos espacios propios del urbanismo capitalino como lugares de oportunidad y potencial para experimental nuevas soluciones.

-        Establecer nuevas guías para reconsiderar el espacio público local, como la necesidad de un terreno permeable, el reaprovechamiento de los elementos existentes – la vegetación de alto porte y su sombra proyectada se mantienen y se enfatizan en el proyecto –, o la necesidad de establecer vínculos con su potente paisaje.

Descripción del proyecto:

Se desarrolla en tres sentidos:

-        Trama urbana/configuración espacial. Se amplían las estrechas aceras existentes, se mejora la accesibilidad al equipamiento y se crea una zona de estancia confortable en relación a las sombras. Se abre el espacio acabando con la fragmentación existente. Las jardineras se agrupan en una única gran pieza central a ras de suelo a partir de las existentes, atenuando la temperatura y, en caso de fuertes lluvias, permitiendo drenar el agua.

-        Urbanismo preventivo. Eliminación de los rincones ocultos abriendo la distribución y eliminando la vegetación baja, los árboles y la sombra se mantienen.  Instalación de luminarias para iluminar la plaza. Intervención en la medianera, se higieniza y se actúa sobre ella. Se crea una banda vegetal con trepadoras para evitar el vandalismo sobre la pared.

-        Vínculos al paisaje. La fuerte insolación existente se hace presente a través de su opuesto, la sombra. Una sombra de carácter surreal, como el propio paisaje, proyectada sobre el pavimento y la medianera. El blanco, color de Lanzarote, se utiliza en el pavimento y el mobiliario, respondiendo este último a las formas prismáticas de su arquitectura. También se utiliza el picón para las jardineras.

Valoración de la obra acabada:

Desde la inauguración de la plaza, inicialmente una lugar desolado y poco atractivo, se transformó en un lugar popular, altamente utilizado por la gente local. No constan episodios de conflictos y vandalismo, permaneciendo inalterada desde su finalización. Valterra es un barrio abiertamente contestatario en el que, sin embargo, muchos residentes están satisfechos con el resultado. Algunos vecinos aislados se quejan por la utilización del picón, material común en la jardinería y poco valorado pese a sus virtudes, y la falta de un mayor número de bancos. Y es que, pese a tener una gran avenida peatonal adyacente, es justamente este pequeño espacio el que, tras la intervención, aglutina todo el uso como espacio público, lo que da pruebas de su aceptación más allá de su formalización. 
La renovación fue llevada a cabo sin ninguna problemática, ajustándose al presupuesto planteado. Por otro lado, los materiales y el mobiliario utilizados requieren una baja mantención. La vegetación existente está ya consolidada y la nueva se adapta al territorio, requiriendo pocas necesidades hídricas.