Reserva Elemental Likandes

¿Cómo frenamos la degradación medioambiental y la pérdida de los ecosistemas?  Valorando la naturaleza de nuestro planeta. Estudios y tendencias nos demuestran que el hombre tiene una conexión neurobiológica con la naturaleza, lo que le proporciona bienestar físico y mental. Para beneficiarse de ella es necesario interactuar con el medio desde temprana edad. Sin embargo, hoy día la educación de la mayoría de nuestros niños se realiza entre 4 paredes en zonas de gran crecimiento urbano.

¿Cómo valoras algo que no conoces? La metodología de aprendizaje mediante experiencias en la naturaleza es la que permite a las personas darle valor al paisaje nativo, cambiando un comportamiento destructivo por uno de conservación y reconstrucción. Este es el fundamento de Fundación Caserta, creadora de la Reserva Elemental Likandes.

Ésta es un parque privado de 188 há. ubicado en las afueras de Santiago, a los pies de la Cordillera de Los Andes. Tiene como finalidad potenciar y conservar el paisaje natural de los Andes Centrales de Chile, como un territorio privilegiado para aprender a partir de la experimentación y conservación de la naturaleza.

El proyecto consta de dos etapas; primero un Plan Maestro; luego la construcción sustentable y con un presupuesto restringido de infraestructura para permitir la enseñanza al aire libre utilizando la estrategia de intervenciones mínimas, para estimular y realzar el territorio.

El Plan Maestro plantea construir un circuito de recorrido en forma de anillo, que reconoce los dos elementos principales del paisaje de la Reserva: las laderas altas y el lecho del río. El Sendero de la tierra y el Sendero del agua se une en sus extremos y centro en espacios de encuentro que llamamos Plazas. Se decide concentrar las actividades de mayor impacto en la explanada central que llamamos Aldea, donde se ubican los edificios, espacios exteriores de uso intensivo y huertas. Cada camino tiene un lenguaje formal propio, adaptado a su condición espacial y material.

La etapa de construcción de infraestructura de la Aldea se realiza de manera artesanal, utilizando mano de obra y materiales locales, favoreciendo así la economía sustentable. Se comienza con la construcción del Sendero del Agua, invernaderos, huertos, anfiteatro y mobiliario en obra.

El parque no pretende transformar ni dominar el medio natural, sino aproximarlo a la comunidad, utilizándolo como soporte para su educación. Como resultado, no sólo ha acercado a niños dentro del ámbito escolar, también ha despertado la curiosidad de profesionales relacionados con la arquitectura, paisaje y educación, convirtiéndose en un referente. Reformar la educación es clave para proteger el medio natural y combatir el cambio climático. Hacer esto posible no es una opción, sino una obligación de todos.